¿ Por qué España es un país descentralizado?

¿Por qué España es un país descentralizado?
El proceso de descentralización española ha supuesto una transformación en la organización territorial. Tanto es así, que para poder comprenderlo con mayor facilidad es necesario el estudio de tres procesos: democratización, descentralización e integración europea.

 El primer proceso, el de democratización, implicó cambios en la sociedad y un aumento de las demandas sociales que motivaron la rápida expansión del sector público, permitiendo el progresivo desarrollo del Estado de Bienestar.
Este cambio favoreció el inicio de la modernización del sector público español, lo que supuso, en primer lugar, la superación de una de las restricciones más fuertes a las que se enfrentaba: la escasa capacidad de gasto;y, en segundo lugar, una menor intervención del sector público en la economía.

El segundo proceso se refiere a la intensa descentralización política del Estado de las autonomías, que cuando apenas había comenzado a desarrollarse, se superpuso con la necesaria adaptación del Estado a las condiciones de la integración europea.
Puede decirse, por tanto, que ambos procesos se produjeron casi simultáneamente, transformando el viejo Estado centralizado en uno nuevo que se expresa en diferentes escalas (local, autonómica, central y comunitaria) que se relacionan entre sí.
Este proceso se produjo tras la muerte de Franco y la sucesión en la Jefatura del Estado del Rey Juan Carlos I, cuando se abrió una nueva etapa política en diciembre de 1976, con la celebración de las elecciones generales de 15 de junio del año siguiente.
Durante la campaña electoral todos los partidos incluyeron en sus programas la elaboración de una nueva Constitución y el establecimiento de autonomía para las regiones. Con este planteamiento se pretendió ofrecer una salida autonómica a los nacionalismos vasco y catalán, y el de Galicia. Sin embargo, con el comienzo del nuevo sistema de las preautonomías, se observó que la autonomía contaba con un sorprendente apoyo social.
En 1979 quedó cerrado el mapa de las preautonomías.
De este modo, el proceso descentralizador tuvo 3 fases:
  1. (1979-1983) en la que se aprobaron los 17 Estatutos de Autonomía y comenzó el proceso descentralizador, que fue desafiado por el golpe de Estado de 1981 y reconducido por los Acuerdos Autonómicos de 1981 y la LOAPA, y finalizó con la Sentencia del Tribunal Constitucional de 1983 en la que se definieron los principios del proceso autonómico.
  2. (1983-1992) en la que se desarrolló el modelo con numerosos traspasos y terminó con los Acuerdos Autonómicos de 1992.
  3. (1993-2002) dónde se implementaron los acuerdos de la fase anterior (grandes traspasos de educación y sanidad), en el marco político de la Unión Europea y la moneda única, en la que se trató de cerrar el modelo, pero que ante la creciente insatisfacción en las comunidades autónomas (vasca y catalana principalmente), abrió un periodo de reflexión sobre el conjunto del modelo.
  4. Iniciada con la propuesta vasca de un nuevo Estatuto Político y la reforma del Estatuto de Cataluña (octubre de 2002), dio lugar a un proceso de cambio en todas las autonomías dando comienzo a una nueva oleada de estatutos en diversas Comunidades Autónomas (Comunidad Valenciana y Cataluña en 2006; Islas Baleares, Andalucía, Aragón y Castilla y León en 2007) que aún continúa abierto.
Por último, el tercer proceso: "la integración europea", ha supuesto una transformación profunda del Estado, que ha afectado incluso a la moneda; ya que toda la política económica, en particular la monetaria, se encuentra condicionada por las decisiones que se toman colectivamente entre los socios de la Unión Europea.
















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