¿Qué consecuencias económicas trajo consigo la desintegración de la Unión Soviética?

El 8 de diciembre de 1991, los líderes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania firmaron el documento que desintegraría la Unión Soviética, dejando de existir así como sujeto de Derecho Internacional y realidad geopolítica. Este acontecimiento trajo consigo una serie de consecuencias, entre ellas las siguientes:

Los países que habían sido miembros de la URSS se embarcaron en un periodo de inestabilidad política, donde abundaron los conflictos bélicos. Esto fue debido a que llevaban muchos años sometidos al poder de otros, sin haber podido ejercer su  propio autogobierno.

Al contrario de lo ocurrido a estos países, la Unión Europea se vio beneficiada. Anteriormente muchos países dependían de Moscú, y al desintegrarse la URSS se unieron a la UE, teniendo esta el objetivo de crear una unidad política y económica superior a la de otras potencias, como por ejemplo EEUU. La UE buscaba beneficiarse económicamente de los recursos naturales y energéticos que estos territorios poseían, pero también del intercambio comercial que la apertura de sus mercados trajo consigo.

Del mismo modo, EEUU, el gran rival político, económico y militar de la URSS, se vio enormemente beneficiado, erigiéndose como la gran superpotencia hegemónica mundial.

En China, Japón y Corea del Sur ocurrió lo mismo, incrementándose su actividad comercial, aunque, debido a sus características específicas, no llegaron a convertirse en superpotencias, al carecer de potencialidad para ello.

Sin embargo, en Yugoslavia, la desintegración de la URSS trajo consigo consecuencias demoledoras, provocando el inicio de una guerra civil. Tras diversas luchas intestinas y muchas masacres, esto desembocó en la creación de nuevos Estados.

En resumen, es evidente que la desintegración de la URSS provocó un importantísimo cambio en la estructura geopolítica europea y mundial, lo que trajo consigo muchas consecuencias, tanto políticas como económicas. Estas consecuencias fueron positivas para muchos países, como los que conformaban la Comunidad Europea, EE.UU. o diversos países asiáticos, pero muy negativas para otros tantos países europeos, que se vieron asolados por diversas guerras de trágicas consecuencias, alterándose de un modo muy sustancial el mapa político de Europa del Este, con la desaparción de bastantes estados y el surgimiento de otros muchos.